Hola a todos. En esta oportunidad les
voy hablar acerca del liderazgo efectivo.
Comenzaré haciéndoles
una pregunta
¿Cuál es el
tipo de liderazgo que nos emociona y nos impulsa a querer crear nuestra propia canción?
Responder a esta pregunta requiere un
profundo análisis sobre el liderazgo que no vamos a hacer hoy, pero lo que si te puedo decir es que los
líderes excepcionales saben que la buena música del liderazgo son las emociones. Y que las personas que son realmente buenos líderes, son
capaces de ayudar a inspirar y a gestionar nuestras emociones.
Me gustaría
convencerte de esto pero investigaciones de más de 60 años en comportamiento
social y en psicología han dejado claro que no se convence a la gente de las
cosas por argumentos racionales. Se les convence o influye con el argumento
emocional, y luego se utilizan argumentos racionales para que se sientan mejor.
Por eso para
que respondan a la pregunta anterior me gustaría ayudarles a reflexionar a través de un
pequeño ejercicio.
Así que me tomen
un lápiz y una hoja de papel. Tracen dos 2 columnas.
En la parte
superior de la columna de la izquierda Escriban
el nombre de un líder que hayan tenido, con el cual hayan trabajado en el
pasado, y que haya sacado lo mejor de Uds. Alguien con quien haya sido muy emocionante trabajar. Alguien con quien
realmente disfrutaron trabajar.
En la parte
superior de la columna de la derecha, coloca el nombre de un líder con el que
hayan trabajado y que no haya sacado lo mejor de Uds. Alguien que parecía un manganzón,
que le pagaban demasiado por lo que hacía
Luego, piensen
en esas 2 personas. Empiecen a recordar
lo que se siente estar con cada uno de
ellos.
¿Qué es lo que
suelen decir o hacer?
Bajo el nombre
de cada líder, escriban algunas observaciones acerca de lo que normalmente
dijeron o hicieron, cómo lo hicieron y cómo hacían sentir a los demás.
¿Ya
escribieron?
Realicen una
pequeña pausa y revisen todo lo que escribieron. ¿Recordaron otros detalles?
Tienen tiempo de escribirlos. ¿Cómo fue la experiencia?
Probablemente
algunos de ustedes hayan escrito del lado izquierdo algo como:
Esa persona me
emocionaba.
Me inspiraba.
Fue divertido estar cerca de ellos. Me valoraban.
Ellos me
ayudaron a entender dónde estaba parado y cuál era mi propósito.
Ellos me
ayudaron a encontrar un sentido a lo que estaba haciendo.
Ellos
confiaron en mí. Se dedicaron a mí, me animaron a tomar riesgos.
Eran
comprometidos. Me hicieron sentir como parte real de las cosas.
Eran muy
competentes en lo que hacían.
Por otro lado
del lado derecho de la columna se pudiera leer algo como esto:
Eran micro
gerentes, que nos echaban la culpa cuando las cosa no salían bien.
Se tomaban todo el crédito cuando las cosas
salían bien, aunque ellos no hayan hecho nada.
Eran
degradantes, hostiles, negativos, decían
cosas que nos hacían sentir mal.
Nos trataron
como a una cosa. Eran muy egocéntricos y tal vez un largo etc.
Este tipo de
respuestas son las cosas que la gente suele decir cuando se contrasta a estos líderes
efectivos que sacan lo mejor de
la persona, en comparación a otros que son menos eficaces.
De este
ejercicio podemos aprender algo:
Primera
observación, es que ustedes saben lo que es un gran liderazgo.
¿Verdad que no
pasaron mucho tiempo pensando en una persona y ponerlo en la parte superior de la columna de la
izquierda? Ustedes saben en su corazón lo que es un gran líder.
El segundo
punto importante es que el liderazgo no es sólo una persona. No es un líder, es
una relación. Usted no puede ser un líder sin seguidores.
Y es que los
líderes destacados son resonantes. Están en sintonía con las personas que los
rodean, están en sincronía.
Los líderes
efectivos utilizan en sus palabras preguntas y son inspiradores. Por lo tanto,
esta noción de estar en sintonía con la gente que les rodea acaba siendo una
realidad, un ingrediente vital para un
liderazgo efectivo.
Recibe un
abrazo de bienestar.
Jairo Jaimes.
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